Propiedades nutricionales de los embutidos curados
Los embutidos curados elaborados en España poseen unas cualidades nutricionales y organolépticas especialmente positivas. Existen distintos tipos de embutidos curados que se adaptan a las necesidades y exigencias de los consumidores actuales. Además, existen a disposición del consumidor desde embutidos curados elaborados por métodos tradicionales, hasta los obtenidos con la tecnología más innovadora. De esta forma, los embutidos curados en España responden tanto a la demanda de los paladares más exigentes como a las expectativas de aquellos que quieren cuidar su alimentación.
Por ello las cualidades de nuestros embutidos curados deberían ser mejor conocidas por la población, lo que contribuiría a mejorar su imagen y a una mejor valoración de sus cualidades.
Los embutidos curados, al igual que la carne de la que proceden, tienen un alto contenido de proteínas que son necesarias para el crecimiento y el desarrollo normales de los huesos en los niños. También contribuyen al aumento y conservación de la masa muscular.
Embutidos: minerales, proteínas y vitaminas para el organismo
Además, aportan otros minerales como el fósforo, que contribuye al mantenimiento normal de huesos y dientes, y el hierro, que contribuye a la función cognitiva normal y al normal desarrollo cognitivo de los niños. Algunos productos concretos como el salchichón también son fuente de zinc que contribuye al metabolismo normal de los hidratos de carbono y los ácidos grasos.
En cuanto a vitaminas, las más destacadas son las del grupo B, en concreto la vitamina B1, la B3 y la B12. Estas vitaminas poseen diferentes funciones entre las que cabe señalar su contribución al metabolismo energético normal. La tiamina, por su parte, contribuye al funcionamiento normal del corazón y la vitaminaB12 a la formación normal de glóbulos rojos y al funcionamiento normal del sistema inmunitario. Además, la niacina y la vitaminaB12 ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.
En cuanto a la cantidad de grasa de los embutidos curados, debemos destacar que, si bien su contenido está en torno al 25-45%, el perfil de esta grasa es mayoritariamente insaturada. En concreto, del total de la grasa presente en el chorizo, el 46% son grasas monoinsaturadas, un 14% son grasas poliinsaturadas y un 40% son grasas saturadas. Por su parte, en el caso del salchichón, presenta un 47% de grasas monoinsaturadas, un 17% de grasas poliinsaturadas y un 36% de grasas saturadas. Ambos perfiles se acercan al perfil lipídico recomendado en una alimentación saludable (44% grasas monoinsaturadas, 23% grasas poliinsaturadas, 33% grasas saturadas).